Los proyectos arquitectónicos se dividen en diferentes fases, y todas ellas son igualmente importantes para llegar al objetivo final, que es un edificio que cumpla todos los estándares de calidad y seguridad. Dentro de la segunda fase, cuando se lleva a cabo el desarrollo de la obra, es donde adquiere relevancia el proyecto de ejecución de obra.
¿Qué es el proyecto de ejecución?
Es un documento de carácter técnico que detalla de una manera precisa y completa cómo va a ser el desarrollo de la obra que dará como resultado la construcción o rehabilitación de un edificio.
El constructor debe seguir las indicaciones del arquitecto, el arquitecto técnico o el ingeniero que ha elaborado el proyecto al pie de la letra. De ahí que en algunos casos se defina como una guía o manual de instrucciones sobre cómo debe desarrollarse la edificación.
Al definir cómo es la obra que se va a ejecutar, el proyecto también sirve para valorar el alcance económico de la misma y determinar los plazos de ejecución.
Partes de un proyecto de ejecución
Este proyecto es un compendio de información técnica que incluye:
Memoria descriptiva
Describe de forma textual todos los aspectos relacionados con el proyecto: cuestiones arquitectónicas, estructurales, de instalaciones, de urbanización, materiales, sistemas constructivos, normativa aplicable, etc.
Memoria constructiva
Se encarga de detallar los procedimientos constructivos que se van a seguir en cada una de las fases de la obra, desde la cimentación hasta los remates o acabados finales.
En ella aparece información sobre la secuenciación de tareas, los métodos de ejecución, las normas de calidad que hay que seguir, etc.
Anexos a las memorias
Hay que incluir documentos que ayudan a entender mejor el desarrollo del proyecto:
- Anexos de cálculos.
- Normas de actuación.
- Manual de uso y mantenimiento de instalaciones y equipos.
- Plan de control de calidad.
- Estudio de seguridad.
- Normas de actuación en caso de emergencia.
- Certificado de eficiencia energética.
- Estudio geotécnico.
- Estudio de gestión de residuos.
Planos
Los planos son representaciones gráficas a escala de los diferentes elementos que componen la obra. Dentro del proyecto ejecutivo, ofrecen una visión detallada y precisa de cómo debe ser la construcción de cada parte del edificio.
En el proyecto ejecutivo debe haber:
- Planos generales que incluyen la representación gráfica de la planta, el alzado y la sección.
- Planos de detalles constructivos como las uniones, los acabados y las instalaciones.
- Planos de situación que ubican el edificio en un contexto más amplio.
Los planos son una parte fundamental del proyecto ejecutivo, porque garantizan el éxito de la actividad constructora, y es que una buena documentación gráfica ayuda a evitar retrasos, a reducir costes y garantiza que el resultado final será acorde a las expectativas del cliente y del proyectista.
Condiciones administrativas y técnicas
El proyecto de ejecución también recoge las condiciones administrativas, que hacen referencia a aspectos legales, contractuales y organizativos. Algunos ejemplos de condiciones de este tipo son los plazos de ejecución, las formas de pago pactadas, las garantías ofrecidas y el procedimiento a seguir en caso de que tengan que producirse modificaciones en el proyecto.
Las condiciones técnicas, por su parte, se refieren a aspectos relacionados directamente con la obra como los materiales o los sistemas constructivos que se van a emplear. Son estas condiciones las que garantizan que la obra se construya siguiendo fielmente el diseño original.
Mediciones y presupuesto
Las mediciones son esenciales para determinar el alcance cualitativo y cuantitativo de la obra. Determinan las cantidades exactas de cada elemento constructivo que van a ser necesarias para ejecutar la obra y se expresan en unidades de medidas específicas como metros cúbicos, metros lineales, etc.
Por su parte, el presupuesto es la cuantificación económica de las mediciones, puesto que asigna un precio a cada unidad de obra. Sumando los precios de todas las unidades se obtiene el presupuesto total de la obra.
Diferencias entre el proyecto básico y el proyecto de ejecución
Proyecto básico y proyecto de ejecución son esenciales para llevar a cabo una edificación, pero son dos documentos diferentes.
El proyecto básico se da en la primera fase de trabajo del proyecto arquitectónico y se encarga de definir las características generales de la obra y sus prestaciones. Su contenido debe ser suficiente como para poder presentarlo en el Ayuntamiento y que se considere válido para otorgar una licencia municipal de obras.
Sin embargo, su contenido no es suficiente como para poder iniciar la obra utilizándolo como guía, para eso está el proyecto ejecutivo. Este es un documento técnico más completo que detalla y define cómo debe ser la obra en su totalidad.
El proyecto de ejecución debe ser fiel a lo previsto en el proyecto básico porque, a la hora de conceder la licencia de primera ocupación, la Administración comprueba que la obra efectivamente realizada coincide con lo que se propuso en su momento mediante el proyecto básico.
Importancia de un proyecto de ejecución
Es el documento contractual de mayor peso entre la empresa constructora y la propiedad del proyecto. Sirve al constructor como guía de cómo debe hacer su trabajo.
De hecho, el proyecto de ejecución necesita contar con el visado del Colegio de Arquitectos, para garantizar que ha sido elaborado por un técnico competente y que la propuesta constructiva se ajusta a la legalidad vigente. Así, quedan aseguradas la calidad de las construcciones y la seguridad de las personas. Si el proyecto no cuenta con este visado, no se podrá obtener la licencia administrativa de obra ni la posterior licencia de primera ocupación.
El proyecto de ejecución es importante tanto a nivel técnico como a nivel administrativo y, por tanto, debe estar siempre realizado por profesionales técnicos, y ser seguido después al pie de la letra por los especialistas encargados de la construcción.
