Aislamiento de tejados: tipos

En el aislamiento de tejados los tipos de materiales y sistemas empleados influyen de forma notable en el confort que se va a notar dentro del edificio y, precisamente por eso, es importante hacer una buena elección.

Aislamiento de tejados

¿Por qué se aíslan los tejados y cubiertas?

El aislamiento de tejados y cubiertas es una práctica fundamental en la construcción actual, tanto en las nuevas construcciones como en las rehabilitaciones, como bien sabemos en Obras Gallaecia. Contribuye a mejorar el confort en los edificios, pero también la eficiencia energética y la sostenibilidad ambiental.

Si se aíslan los tejados es, básicamente, por cinco motivos:

Ahorro energético

El tejado es un elemento que mantiene contacto tanto con el exterior como con el interior del edificio. En invierno, se puede convertir en un punto de fuga del calor interior, mientras que en verano facilita la entrada del calor. El aislamiento es lo que se encarga de evitar esas pérdidas de calor en invierno y de lograr una reducción de la ganancia de calor en verano.

Como resultado, no es necesario recurrir a los sistemas de climatización con tanta frecuencia como hace falta en los edificios que no tienen una cubierta bien aislada.

Confort térmico

Un techo bien aislado facilita que la temperatura interior se mantenga a un nivel óptimo durante todo el año, evitando fluctuaciones térmicas que pueden causar molestias y creando un ambiente agradable para todos los ocupantes.

Reducción de humedades y condensaciones

Como reduce la diferencia de temperatura entre el interior y el exterior, minimiza también el riesgo de que haya condensaciones que den lugar a humedades y a la aparición de patógenos perjudiciales para la salud como el moho o los hongos.

Protección de la estructura

El aislamiento del techo se encarga también de dar protección a la estructura del edificio, manteniéndola a salvo de los daños que puede causar una exposición continuada a los cambios de temperatura y humedad.

Mejora de la eficiencia acústica

Los aislantes de última generación también tienen propiedades acústicas y reducen la transmisión de ruidos del exterior al interior del edificio.

¿Qué tipos de aislante existen?

En la actualidad se trabaja en tres tipos de aislamiento:

Hidrófuga

Sirve para evitar filtraciones de agua desde el techo al interior del edificio y a las estructuras. Lo que se consigue con esto es que no haya problemas de humedades que puedan afectar a la salud de las personas y, a la vez, dañar las estructuras y reducir su vida útil.

Térmica

Es común utilizar materiales térmicos en las cubiertas de los tejados, porque esto aporta confort a los habitantes o usuarios del edificio y contribuye al ahorro energético.

Acústica

En zonas que son especialmente ruidosas, los materiales usados en las cubiertas también tienen propiedades aislantes frente al ruido para aportar mayor privacidad y tranquilidad al interior de los edificios.

Materiales utilizados como aislante para techos

La cantidad de materiales que se pueden usar para aislar cubiertas se han multiplicado en las últimas décadas, pero los más eficientes son estos:

Lana mineral

Se compone de fibras minerales como roca o vidrio y es uno de los aislantes más económicos y comunes. Se puede instalar tanto en forma de mantas como de rollos, y hasta como material suelto, y tiene una buena capacidad de aislamiento frente al ruido.

Espuma de poliestireno

Tanto en su versión de poliestireno extruido como si se trata de poliestireno expandido, tiene la cualidad de que se puede cortar a medida y ajustarse a cualquier espacio. Además, este material tiene una gran resistencia frente a la humedad, por lo que es una buena elección en zonas con alta humedad.

Celulosa

Se crea a partir de la combinación de papel reciclado y otros materiales, y tiene la gran ventaja de ser ecológico y una opción muy sostenible. Otro punto a su favor es que es un buen aislante acústico, aunque no es tan resistente frente a la humedad como otros materiales.

Espuma de poliuretano

Este material se adhiere directamente al techo utilizando una pistola, y se pueden hacer capas más o menos gruesas. Se ha popularizado mucho porque ofrece una buena capacidad de aislamiento tanto térmico como acústico, y tiene una buena resistencia frente a la humedad.

¿Qué tipo de aislamiento es el adecuado para nuestro tejado?

Cada material tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Por eso, a la hora de elegir el aislante más adecuado, es importante tener en cuenta las condiciones de la cubierta y también las condiciones climáticas de la zona en la que se encuentra el edificio.

Por ejemplo, en una zona como Galicia, en la que llueve con frecuencia, es interesante elegir aislantes con buena resistencia frente a la humedad, como la espuma de poliestireno o la de poliuretano. No sería tan buena idea usar celulosa, porque la humedad podría llegar a penetrar al interior del edificio a través de ella.

Sin embargo, para un edificio situado en Málaga, expuesto a una gran cantidad de horas de luz intensa durante gran parte del año, es mejor contar con un aislante muy resistente al calor como la celulosa, y descartar otras opciones como la espuma de poliestireno, cuya vida útil se reduce si está expuesta de forma prolongada a la luz solar.

Como cada situación es diferente, lo que se aconseja es que un experto cualificado visite la zona y haga una valoración para determinar qué tipo de aislamiento es el más idóneo para garantizar confort y un buen resultado a nivel estético y práctico.

Cuando se trata de aislamiento de tejados, los tipos disponibles son amplios, pero la elección es mejor que esté guiada por un especialista. Si necesitas ayuda con este u otros temas relacionados con la construcción, no lo dudes y ponte en contacto con nosotros.