Las estructuras en la construcción permanecen ocultas a la vista. Sin embargo, cumplen un papel fundamental a la hora de garantizar la estabilidad y la solidez de los edificios.
Con el paso del tiempo se han producido cambios tanto en los materiales utilizados para levantar las estructuras como en la propia forma de las mismas. Buscando sistemas constructivos que sean más sostenibles, seguros y resistentes.
¿Qué es la estructura de un edificio?
La estructura está compuesta por un conjunto de elementos y componentes que se encargan de soportar y distribuir las cargas del edificio de manera equitativa, asegurando con ello su estabilidad y resistencia, dotando de seguridad a la construcción.
Es el esqueleto del edificio, y cumple una función esencial a la hora de mantener su integridad y garantizar que pueda resistir frente a las fuerzas a las que va a estar expuesto a lo largo de su vida útil. Esto incluye que aguante su propio peso, las cargas de uso, el viento, los sismos y otros factores ambientales.
¿Cuál es su función?
Dentro de las funciones que cumplen las estructuras en la construcción, vamos a destacar las siguientes:
Soporte de cargas
Es diseñada y construida para aguantar su propio peso y el de los materiales y componentes que forman parte del edificio, así como las cargas de uso, conformadas por el peso de los muebles y las personas que ocuparán la edificación.
A la vez, tiene que ser capaz de resistir las fuerzas ejercidas por el viento, los terremotos, la lluvia, e incluso frente a un incendio.
Distribución de cargas
Se encarga de transmitir las fuerzas desde los puntos de aplicación hasta los cimientos. Esta distribución equitativa de las cargas evita que aparezcan puntos de tensión excesiva que podrían causar fallos estructurales.
Estabilidad y rigidez
La estructura aporta rigidez al edificio y contribuye a mantener su forma original. Evitando deformaciones excesivas que puedan poner en peligro su integridad.
Seguridad
Las estructuras cumplen una importante función en materia de seguridad. Son diseñadas y construidas para prevenir cualquier tipo de colapso total o parcial en condiciones de carga normales y extremas.
Además, en caso de emergencia, la estructura debe permitir una evacuación segura de los ocupantes.
Durabilidad y mantenimiento
La estructura también tiene un papel protagonista en la vida útil del edificio. Si esta es capaz de resistir al desgaste, la corrosión y otros procesos de degradación, la edificación será más fácil de mantener y persistirá en el tiempo.
Tipos de estructuras
La evolución de las tendencias en construcción ha dado paso a diferentes tipos de estructuras. Entre ellas podemos destacar:
Hormigón armado
Estas estructuras se construyen a base de un esqueleto de hormigón que luego se recubre con otros materiales como aluminio o ladrillo.
Es una de las más comunes, porque combina la resistencia a la compresión del hormigón con la resistencia a la tracción que tiene el acero, por lo que puede llegar a soportar grandes cargas.
Además del hormigón armado, cada vez es más común escoger su versión prefabricada para la construcción de estructuras. Se trata de bloques de hormigón elaborados en fábrica y que luego se ensamblan en el lugar de la construcción. Esto permite levantar edificios de forma mucho más rápida y con una gran calidad.
Estructura de acero
Se construyen a base de perfiles de acero con los que se da forma a las vigas, las columnas y los armazones. Su característica más destacada es que son muy resistentes frente a la tensión y la compresión.
Debido a su flexibilidad y su ductilidad, las estructuras de acero son una buena elección en zonas de alto riesgo sísmico.
Con el acero se pueden levantar las estructuras rápidamente, y también se puede proceder a su desmontaje y reciclaje cuando sea necesario.
Estructura de madera
Las estructuras de madera no son demasiado comunes en España, pero su uso es muy habitual en Europa y América del Norte.
Es un material que pesa poco y que resulta fácil de manejar. Además, puede revestirse después de otros materiales para mejorar su resistencia frente a la degradación. No obstante, los listones empleados reciben un tratamiento especial que los hace más resistentes frente a la humedad y el fuego.
Cuál es la mejor estructura en función del material
No hay un tipo de estructura que de forma general pueda considerarse superior al resto. Todos los materiales tienen pros y contras, y hay que valorarlos a la hora de tomar la decisión final. Para ello, lo que se tiene en cuenta es qué tipo de edificio se va a levantar.
Edificios residenciales
Para construir viviendas unifamiliares y pequeños edificios de apartamentos se suelen utilizar estructuras de mampostería, madera u hormigón armado. Son materiales económicos que ofrecen una buena resistencia a la compresión.
Edificios comerciales
Se recurre principalmente al acero y al hormigón armado. El acero se utiliza mucho en la construcción de oficinas y centros comerciales, porque permite crear grandes espacios abiertos sin columnas intermedias.
Por su parte, el hormigón armado se emplea más en edificios de oficinas, donde es necesaria una alta resistencia a la comprensión y una gran durabilidad de la estructura.
Edificios altos
Es habitual recurrir al acero, que es capaz de resistir grandes cargas sísmicas y de viento debido a su flexibilidad, pero también se emplean estructuras mixtas de acero y hormigón que aprovechan las ventajas de los dos materiales. El hormigón se emplea para los núcleos y el acero para el armazón exterior.
Instalaciones industriales
Se usa acero u hormigón armado, en función de si prima la necesidad de crear grandes espacios abiertos o si hay que dar prevalencia a la resistencia frente al fuego y la durabilidad.
Las estructuras en la construcción son esenciales para brindar seguridad al edificio y asegurar una larga vida útil del mismo, pero, como están sometidas a un proceso continuado de degradación, no es mala idea hacer una revisión y rehabilitación de las mismas. Si estás pensando en hacer una obra de rehabilitación en tu casa, ponte en contacto con nosotros.
