Importancia del patrimonio histórico

La importancia del patrimonio histórico es algo que está fuera de toda duda. No en vano, tanto los particulares como las entidades públicas y privadas dedican buena parte de sus esfuerzos a preservarlo. Quédate aquí para conocer un poco mejor en qué consiste este concepto, cómo se clasifica y hasta dónde alcanza su relevancia.

Qué es el patrimonio cultural y por qué debemos protegerlo

Difícilmente podríamos abordar la importancia del patrimonio histórico sin definirlo antes. Así, se entiende por tal el legado cultural o artístico que los miembros de una concreta comunidad humana reciben de sus antecesores.

Conviene precisar que el conjunto de valores culturales que componen el patrimonio histórico es sumamente heterogéneo. Es más, dentro de él caben tanto bienes tangibles como intangibles.

Entre las funciones que desempeña el patrimonio cultural, podemos destacar las siguientes:

  • Es uno de los principales motores del turismo, lo que representa una gran fuente de ingresos económicos y empleo.
  • Sirve de elemento identitario para los pueblos y naciones, hasta el punto de ser fuente de orgullo e inspiración para sus integrantes.
  • Favorecen el respeto a la diversidad cultural porque permite conocer los rasgos distintivos de otros colectivos.
  • Hace que la sociedad sea consciente de su historia colectiva, lo que le permite conocer y afrontar las luces y las sombras de su pasado.

Con una definición del patrimonio artístico como la que hemos dado, salta a la vista la ineludible necesidad de salvaguardarlo. De todos nosotros depende protegerlo frente a todo tipo de agresiones para que las futuras generaciones puedan seguir disfrutando de él. Esta es una prioridad que adquiere especial trascendencia a partir de la Segunda Guerra Mundial.

Importancia de la conservación y restauración del patrimonio cultural

Patrimonio histórico: un tesoro en peligro

Si la importancia del patrimonio histórico resulta indiscutible, no lo es menos la necesidad de protegerlo. A fin de cuentas, sería ingenuo esperar que este legado cultural se mantenga indemne con el paso de los años, pues son muchos los riesgos que amenazan su integridad:

  • Actos humanos (terrorismo, incendios, guerras, expolio, vandalismo, etc.).
  • Deterioro ocasionado por una prolongada falta de conservación o por un mantenimiento inadecuado.
  • Factores ambientales (como la contaminación o los fenómenos meteorológicos).

Importancia del patrimonio histórico

En pleno siglo XXI, hemos sido testigos de pérdidas irreparables en materia de patrimonio cultural. Tal ha sido el caso de los budas de Bamiyan en Afganistán 2001 o de la catedral de Notre Dame 2019. Ambos constituyen dolorosos ejemplos de lo que sucede cuando pasamos por alto la importancia de conservar y restaurar el legado histórico-artístico.

Conservación y restauración: clave para proteger el patrimonio histórico

Los seres humanos necesitamos de la ciencia médica para salir airosos frente a las enfermedades y accidentes que nos acechan. Del mismo modo, el patrimonio histórico precisa de profesionales especializados en su conservación y restauración para superar con éxito todos los peligros que amenazan su supervivencia.

La conservación es una actividad multidisciplinar formada por todas las acciones, planes, técnicas y estudios que buscan mantener el legado cultural libre de deterioros. En realidad, según sea su intensidad podemos distinguir tres grados de intervención:

  • Conservación preventiva o indirecta: impide que llegue a producirse el daño.
  • Conservación curativa o directa: frena el avance de los deterioros en curso.
  • Restauración: elimina el daño sufrido por el bien cultural para devolverle su valor original.

La propia importancia del patrimonio histórico nos pone en la pista de lo necesario que resulta tomar en serio su conservación y restauración, por ejemplo mediante la rehabilitación de edificios antiguos. Es así como una sociedad demuestra que comprende y respeta no solo el valor de su legado cultural, sino también el derecho de sus descendientes a conocerlo.

Tipos de patrimonio cultural

Patrimonio cultural material o tangible

Decimos que un bien forma parte del patrimonio cultural tangible cuando podemos percibirlo por medio del sentido del tacto. Dentro de él podemos distinguir dos subcategorías:

  • Bienes tangibles de carácter mobiliario: se trata de objetos que pueden trasladarse de un sitio a otro sin experimentar detrimento por ello. Tal es el caso de los cuadros, los manuscritos o las obras de artesanía.
  • Bienes tangibles de carácter inmobiliario: son aquellos que no pueden moverse de un lugar a otro. De ellos son buenas muestras los palacios, los sitios arqueológicos y los centros de culto.

Ya sean mobiliarios o inmobiliarios, la naturaleza tangible de los bienes culturales materiales los hace propensos a sufrir deterioros que pueden hacer peligrar su valor o, incluso, su propia existencia. Es aquí donde las políticas de conservación y restauración se convierten en algo crucial para proteger su integridad.

Patrimonio cultural inmaterial o intangible

Los bienes culturales intangibles son todos aquellos que, si bien no pueden tocarse, sí pueden percibirse a través de los cuatro sentidos restantes (vista, oído, olfato y gusto). La importancia del patrimonio histórico inmaterial está muy ligada con la comunidad de la cual procede, ya que la hacen única e inconfundible.

Algunos ejemplos de patrimonio cultural intangible serían los siguientes:

  • Gastronomía
  • Celebraciones
  • Conocimientos y creencias
  • Idioma
  • Costumbres
  • Mitos y leyendas
  • Música

Dado su carácter intangible, los bienes culturales inmateriales no están sometidos a los mismos riesgos que se ciernen sobre los de carácter material (inundaciones, saqueos, terremotos, etc.). En consecuencia, no son objeto de conservación y restauración propiamente dichas. Sin embargo, esto no significa que estén exentos de peligros, ya que pueden verse comprometidos por el olvido y por los procesos de aculturación.

Al ser un invaluable testigo de nuestro pasado, la importancia del patrimonio histórico resulta más que evidente. Es por ello que, desde Obras Gallaecia S.L., ofrecemos servicios de rehabilitación y restauración de joyas arquitectónicas de la talla del Pazo de Raxoi y la Catedral de Mondoñedo. Descubre cómo podemos ayudarte poniéndote en contacto con nosotros.