Aprovechar las estructuras inmobiliarias del pasado es una tendencia muy interesante en el momento actual: por un lado, se le da una segunda oportunidad a edificios históricos y, por otro, se reduce el impacto en el entorno, se reutilizan materiales y se sigue construyendo historia en un mismo espacio. Sin embargo, llevar a cabo un proyecto de restauración arquitectónica en un edificio histórico no es fácil. Existe una serie de requisitos de conservación y respeto por las estructuras que obliga a poner la Restauración en manos de verdaderos profesionales. El equipo de Obra Gallaecia se ha especializado en estas actuaciones, hemos llevado a cabo decenas de proyectos de restauración arquitectónica de edificios singulares con un excelente resultado. Esto nos ha convertido en auténticos conocedores de todo lo relativo a este tipo de trabajos.
¿Qué es un proyecto de restauración arquitectónica?
Un proyecto de restauración arquitectónica es un plan de trabajo que busca respetar en todo lo posible el inmueble sobre el que se va a actuar sin que esto impida modernizarlo y adaptarlo a las necesidades del presente.
Esto puede implicar, incluso, dar un nuevo uso a la construcción: un viejo palacio nobiliario se puede convertir en una oficina de turismo o un convento en un local de restauración, como ocurre con el famoso restaurante Villena, en Segovia, que ocupa la iglesia del convento de Capuchinos.
Los profesionales especializados en este tipo de reformas son especialmente cuidadosos a la hora de hacer convivir el pasado con el presente
Importancia de la restauración de edificios históricos
Aunque ya hemos ofrecido algunas pinceladas sobre por qué es importante restaurar edificios históricos, nos parece absolutamente imprescindible dejar claro que esto responde a un compromiso cívico y público, especialmente impulsado por las administraciones públicas de todo el territorio nacional.
Conservar el patrimonio cultural, artístico y arquitectónico es una de las responsabilidades que, como ciudadanos contemporáneos, tenemos que asumir. Y la conservación adecuada ayuda a valorar la identidad cultural de un territorio.
Por otro lado, uno de los objetivos sociales incluidos en la Agenda 2030 es el desarrollo sostenible: reutilizar espacios, dar una segunda vida a ciertos muros o suelos, reaprovechar estancias… es una de las mejores muestras de este propósito de cara a las nuevas generaciones.
Procedimiento general para la restauración de edificios históricos
Al ser estructuras especialmente protegidas —muchas de ellas cuentan con catalogaciones como la de Bien de Interés Cultural—, el procedimiento de restauración suele estar mucho más medido y pautado por parte de las autoridades competentes.
En estos casos, en Obras Gallaecia trabajamos por cumplir estrictamente con todo lo que se requiere desde los organismos públicos:
- Diagnóstico previo del edificio: lo primero que hay que hacer es un análisis pormenorizado del inmueble en busca de los puntos más vulnerables y aquellos espacios en los que habrá que trabajar con mayor precisión para hacerlo un lugar seguro, habitable y que continúe en sintonía con la obra original.
- Estudio histórico y análisis de la construcción: en esa búsqueda de la ‘sintonía’ entra el estudio histórico. Nuestros especialistas analizan la construcción para comprender los procesos utilizados en el pasado, los materiales elegidos y otros puntos que serán claves para plantear la restauración.
- Plan de restauración y rehabilitación: con toda la información recabada, toca realizar un plan de obras y rehabilitación que busque devolver el esplendor original al espacio, a la vez que lo adapte a los nuevos usos que se le va a dar, respetando siempre lo que no se puede tocar.
- Realización de los trabajos: con todo aprobado y aceptado por la administración, toca ponerse manos a la obra para realizar los trabajos basados en esta documentación presentada.
- Memoria justificativa de las actuaciones: finalizados los trabajos, los especialistas realizan una inspección para confirmar que todo se ha realizado conforme al proyecto de restauración arquitectónica y se dan por autorizados los trabajos si se pasa la revisión.
¿Qué se requiere para un proyecto de restauración?
En el proceso de elaboración del proyecto de restauración arquitectónica de edificios históricos hay que preparar una serie de documentación muy específica.
Como se ha podido comprobar, las autoridades responsables son muy cuidadosas a la hora de aprobar un permiso de obra para este tipo de inmuebles. Por eso, conviene ir sobre seguro y llevarlo todo preparado.
Justificación de la importancia del edificio
Solemos preparar una memoria que demuestra la importancia histórica del edificio, así como su valor arquitectónico, las técnicas de construcción utilizadas y cómo se ha trabajado en su rehabilitación en etapas anteriores.
Identificación de los fenómenos de degradación
Un edificio antiguo suele estar muy perjudicado en algunos puntos. Resulta del todo relevante especificar cuáles son los daños que presenta y en qué grado de importancia, así como los motivos por los que han surgido y cómo se podrían evitar en el futuro.
Exigencias de conservación
En este punto planteamos dónde hay que centrar los mayores esfuerzos de restauración, conforme a lo establecido por las leyes de patrimonio y conservación de edificios singulares.
Proyecto de restauración
El proyecto de restauración se suele dividir en varias partes. En ellas se incluyen detalles como el trabajo sobre la estructura, la arquitectura o la nueva distribución del edificio. Además, sirve para explicar cómo se va a adaptar el inmueble a las nuevas normativas de accesibilidad, certificación energética, etc.
Cronograma de los trabajos
El cronograma debe ser muy claro en cuanto a plazos de cada uno de los trabajos a realizar. Además, se debe incluir una estimación muy fiel de los costes. Para este último paso no hay nada mejor que contar con equipos de restauración especializados en estas actuaciones, pues conocen las cuantías habituales con base en su experiencia.
Procedimiento general para la restauración de edificios históricos
Por lo general, una vez en el terreno y con los proyectos aprobados, se ejecuta un protocolo de trabajo que comienza por lo más importante y va extendiéndose hacia los detalles.
En ese sentido, siempre se harán primero las actuaciones de consolidación estructural, luego se pasará la restauración de las partes decorativas, para terminar con la distribución de espacios, decoración y acabados finales.
Esto es así tanto para las fachadas como para los interiores. Ponte encontacto con nosotros si deseas iniciar un proyecto de restauración arquitectónica de edificios históricos y quieres saber cómo dar los primeros pasos para que todo salga según tus expectativas.
