En más de una ocasión, nos han podido asaltar las dudas sobre qué es un proyecto llave en mano en las construcciones. Este tipo de contrato, que se realiza en una obra, se pacta con un único contratista para que se haga responsable de todos los trámites necesarios para el desarrollo de una obra. Este acuerdo ofrece un gran número de beneficios, porque permite despreocuparse de muchas gestiones.
En la mayoría de los casos, esta es la mejor alternativa para realizar proyectos de obra o edificaciones. Las ventajas se reflejan en la inversión y en los recursos, además, si surge cualquier problema o contratiempo, se puede resolver más rápidamente, porque las decisiones solo afectan a un único contratista.
¿Qué es un proyecto llave en mano?
Este tipo de contratos tiene su origen en la necesidad de facilitar la construcción de plantas industriales o superficies comerciales. Actualmente, se pueden aplicar a cualquier tipo de obra o reforma, es decir, también en viviendas e infraestructuras varias. El denominado turnkey project se caracteriza por hacer responsable a un contratista o empresa constructora de la totalidad o mayoría del proceso de una obra.
Es decir, se tienen que solicitar todas las licencias y permisos que sean necesarios para desarrollar y ejecutar el proyecto en su totalidad. No obstante, hay casos, en los que el contratista puede subcontratar algunos servicios a otros profesionales y empresas, sin embargo, siempre será el responsable final. Entre estas funciones, también están el diseño, la ejecución y supervisión, implementación de la tecnología y la entrega en la fecha pactada.
Ventajas de un proyecto llave en mano
Como hemos indicado anteriormente, esta modalidad de contratación ofrece una serie de ventajas en las construcciones. Ante todo, se evitan las dificultades que supone coordinar varios proveedores al mismo tiempo. Al contar con un equipo multidisciplinar es más fácil materializar el proyecto y tomar decisiones más rápidas. A continuación, enumeramos algunos de los beneficios para todo tipo de obra, incluso, para las de gran envergadura:
- Precio cerrado. Cuando se firma el contrato, se estipula un precio único, por lo que se evita la aparición de gastos extras o importes con los que no se contaba en un principio.
- Plazos pactados desde el principio. Por otro lado, tenemos que destacar que hay una serie de fases y un calendario establecido que debe cumplirse.
- Control a través de una única persona. No es lo mismo hablar con una sola persona que tener que comunicarse con varios profesionales. Esto supone un gran ahorro de tiempo, porque solo hay que localizar a un solo responsable.
- Menor riesgo financiero. Por otra parte, hay que destacar que este contrato reduce los riesgos en la financiación, porque si se producen daños durante el proyecto, la parte contratante no asumirá ningún coste.
- Garantizada la calidad. Lo más normal es contar con una amplia gama de productos para desarrollar diseños innovadores con el más alto estándar de calidad, en muchos casos, se pueden personalizar. Todos los elementos que conforman una construcción, desde los revestimientos hasta la iluminación, se seleccionan cuidadosamente.
En definitiva, en el momento que se ha cerrado un acuerdo con una empresa, la persona siempre tendrá un control del proyecto para evitar sorpresas de última hora. Por lo tanto, cada fase y acción se tendrán que desarrollar en el tiempo pactado para entregar en la fecha acordada, sin incrementos en los costes.
Cómo interviene la Arqueología en el patrimonio arquitectónico
Ya apuntamos anteriormente el carácter pluridisciplinar que tiene la restauración de patrimonio arquitectónico. Pues bien, dentro del mismo, la Arqueología es una de las ramas con mayor presencia.
La Arqueología permite extraer valiosa información de los edificios. En particular, la estratigrafía nos permite identificar cuáles son sus elementos más modernos y más antiguos, con el fin de hacer una lectura histórica del mismo.
Huelga decir que estudiar la antigüedad de un edificio presenta dificultades añadidas respecto de la estratigrafía propiamente dicha. Al fin y al cabo, el inmueble es una realidad tridimensional, por lo que no podemos afirmar sin más que «aquello que está arriba es más moderno que lo que se encuentra abajo».
La misión del arqueólogo es documentar la historia del edificio. Ello resulta de gran ayuda para que el ulterior trabajo del arquitecto conserve la idiosincrasia del inmueble, respetando sus materiales originales.
Desde luego, la restauración de patrimonio arquitectónico solo resulta 100 % satisfactorias cuando se pone en manos de expertos cualificados, como los de Obras Gallaecia S. L. Entre nuestros servicios más demandados están la rehabilitación y restauración de edificios históricos. Además, te ofrecemos un servicio integral para que no tengas que preocuparte de nada (licencias, subvenciones…). ¿A qué esperas para ponerte en contacto con nosotros?
Responsabilidades del cliente
En un proyecto de construcción, hay dos partes implicadas: el cliente y el contratista. En muchos casos, pensamos que todo el peso recae sobre la empresa, sin embargo, el contratante también tiene una serie de obligaciones y responsabilidades que cumplir. A continuación, se enumeran cuáles son dichas responsabilidades:
- Acceso a la obra. En primer lugar, es necesario permitir el acceso al contratista a la obra.
- Documentación. Por otro lado, es necesario contar con toda la documentación necesaria para poder solicitar los permisos y licencias para trabajar.
- Pagos. El cliente tendrá que pagar el precio que se fija en el contrato en forma y tiempo.
- Colaboraciones. Por último, se determinará si puede colaborar en la toma de algunas decisiones, como el diseño o la elección de los materiales.
Hay muchos proyectos en los que un cliente necesita contar con una empresa especializada en esta materia. Más allá de las obras privadas o de carácter público, tenemos otra serie de actuaciones, incluso surgen dudas, como en el caso de la restauración de patrimonio arquitectónico: en qué consiste. En cualquier caso, lo mejor es buscar un asesoramiento profesional para acometer una actuación con éxito.
Responsabilidades de la empresa
Asimismo, es conveniente saber cuáles son las responsabilidades de un contratista, porque van mucho más allá del compromiso en el tiempo establecido. También, hay que llevar a cabo una serie de actuaciones para lograr los objetivos.
- Permisos y licencias. Hay que obtener las licencias precisas que exige la obra para poder desarrollar el proyecto.
- Diseño. Este profesional se encargará del diseño de la obra.
- Ejecución. Asimismo, tendrá que ejecutarla según lo acordado y, además, será necesario supervisar cada fase.
- Equipo multidisciplinar. Tendrá que preocuparse de contratar a los profesionales y expertos para efectuar el proyecto.
- Materiales. Se elegirán los materiales adecuados e implantarán las tecnologías necesarias para poder desarrollar este trabajo con todas las garantías.
- Resolución de conflictos. El contratista debe predecir los posibles cambios y solucionarlos de manera eficaz.
- Entrega de la obra. Finalmente, hará entrega de la obra en la fecha pactada.
En conclusión, seguramente que con esta información, ya tienes más claro en qué es un proyecto llave en mano. En caso de dudas, ponte en contacto con nosotros. En Obras Gallaecia contamos con un equipo, altamente cualificado, para brindarte el mejor asesoramiento y ayudarte con este tipo de proyectos.
