Reparar un tejado antiguo es una de las primeras tareas que hay que abordar cuando estamos ante una vivienda que tiene ya muchos años. Una cubierta en buen estado es la mejor protección contra las inclemencias del tiempo, promueve la eficiencia energética y garantiza la durabilidad de la estructura.
Un tejado mal cuidado puede estar relacionado con la aparición de asiento diferencial, un fenómeno que puede comprometer la integridad estructural. Por eso, su reparación es algo que hay que abordar lo antes posible.
Cómo arreglar un tejado viejo
La aparición de goteras en el techo de la vivienda, o el hecho de que las tejas se vean desgastadas y rotas, es sinónimo de que es necesario hacer una revisión en profundidad de la cubierta.
El diagnóstico es básico, porque este nos va a decir qué operación u operaciones hay que llevar a cabo. En algunos casos bastará con sustituir las tejas rotas por otras nuevas, mientras que en otros será necesario reforzar la impermeabilización con materiales como placas de fibrocemento o tela asfáltica.
Si el problema es la presencia de condensación, entonces lo que hace falta es crear un sistema de ventilación mejorado, por ejemplo, mediante salidas en la cumbrera.
En los casos más extremos, si tanto las tejas como el material aislante que hay debajo de ellas están muy degradados, el arreglo requerirá una intervención en toda la superficie de la cubierta y el cambio de los viejos materiales por unos nuevos.
La mejor forma de ahorrar dinero y disgustos cuando se trata de reparar un tejado antiguo es no esperar a que los problemas se hagan evidentes. Un mantenimiento preventivo ayuda a detectar deficiencias antes de que estas lleguen a causar daños, haciendo que su reparación sea mucho más rápida y sencilla.
Materiales necesarios para la renovación de un tejado
Lo primero es revisar qué tipo de tejas tiene el tejado. En función de las que ya estén instaladas, habrá que comprar mayor o menor cantidad de tejas curvas, planas o mixtas. Para un buen resultado hay que sustituir las tejas dañadas por otras que sean exactamente iguales en tamaño y estilo.
No obstante, si lo que ocurre es que una teja tiene una grieta no demasiado profunda, no hace falta cambiarla. Existen productos en spray que son capaces de rellenar fisuras. Las tejas son de cerámica, y este es un material delicado. Es por ello que, para asentarlas en su lugar, hay que utilizar una maza que sea de goma.
Además de las tejas y la maza, reparar un tejado antiguo también requiere contar con espumas de poliuretano, siliconas y selladores con los que cubrir los huecos que puedan quedar.
A los materiales anteriores hay que sumarles otras herramientas útiles como:
- Cinceles y cortafríos.
- Cepillo de limpieza.
- Andamio o escalera.
- Elementos de seguridad como botas y guantes.
Guía para reparar un tejado antiguo
La reparación puede ser diferente en cada caso según los daños que sufra la cubierta, pero aquí recogemos una serie de pasos básicos:
Evaluación de daños
Lo primero es inspeccionar el tejado de forma detallada para identificar los diferentes daños que puede haber: tejas rotas, exceso de vegetación, falta de aislante, ausencia de tejas, etc. También hay que revisar a fondo la estructura de la cubierta, para ver si hay que hacer alguna intervención en ella.
Reparación de tejas
En caso de tejas dañadas, hay que retirarlas con cuidado con ayuda de martillo y cincel. Después se cubre el hueco con una teja nueva de las mismas dimensiones y tipo, que se ajusta con ayuda de la maza de goma, y se aplica adhesivo o se ponen clavos para reforzar la sujeción.
Reparación de la barrera impermeable
Debajo de las tejas hay una capa aislante e impermeable que también puede verse afectada por el paso del tiempo. Ante un problema de este tipo hay que retirar con cuidado las tejas de la zona afectada y reponer el fieltro dañado. Se asegura con clavos o grapas, sobreponiendo varias tiras de material para reforzar la barrera impermeable. Después se vuelven a colocar las tejas en su ubicación original.
Reparación de la estructura
Los daños más graves en los tejados aparecen cuando es su estructura la que está dañada, porque esto puede hacer que el techo acabe por hundirse. Además, esta situación dificulta la reparación, puesto que la base es inestable y podría llegar a sufrir nuevos daños cuando se camina sobre ella, por lo que hay que extremar las precauciones.
En un caso de este tipo hay que asegurarse de cuál es el daño concreto que existe en la estructura para poder evaluar la reparación que hay que llevar a cabo.
Sistema de drenaje
La acumulación de agua en el tejado puede estar causada por obstrucciones o daños en los sistemas de evacuación. Lo que hay que hacer es proceder a limpiar y reparar, o sustituir aquellas partes del canalón y de las bajantes que muestren daños.
Presencia de grietas
Si la única imperfección detectada en el tejado es que algunas de las tejas presentan grietas, es buena idea aplicar un mantenimiento preventivo. Lo mejor en estos casos es hacer una limpieza de la superficie y utilizar productos específicos para sellar grietas, así como masilla impermeable para reforzar las juntas y evitar que el agua se pueda filtrar.
Mantenimiento regular
Tras arreglar un tejado, lo aconsejable es no volver a dejar que el techado se degrade demasiado. Algo que se puede conseguir estableciendo un programa de mantenimiento regular.
Reparar un tejado antiguo es un proyecto que puede ser más o menos complejo, pero que por las características de esta estructura siempre supone un riesgo. Por eso, lo mejor es dejar esta tarea en manos de profesionales. Si necesitas ayuda con esta u otra reforma o rehabilitación, ponte en contacto con nosotros y te ayudaremos.